¿Has observado que tu bebé de pocos meses eche una bocanada al final de la toma, o entre toma y toma? ¿Tu bebé se queda tranquilo, o por el contrario se muestra irritable cuando esta leche sale? ¿Crees que tu bebé tiene reflujo?
En este vídeo te explico los tipos de reflujo que hay y por qué se produce, y su tratamiento. También te explico los mitos asociados al reflujo, y qué es lo que NO debes hacer en estos casos.
El reflujo se produce por inmadurez del sistema digestivo del bebé. En la parte superior del estómago hay una válvula que se llama cardias. Su función es abrirse para permitir la entrada de la comida y cerrarse para hacer la digestión. Pero en el bebé todavía no tiene este funcionamiento automatizado. Hay veces que no se cierra cuando debería hacerlo.
Es más frecuente cuando el bebé tiene menos de 6 meses de vida, por la propia inmadurez. Y más frecuente incluso en bebés nacidos de forma prematura.
Por otra parte, puede haber tensión tisular (de los tejidos que rodean esa zona) que afecta a la función de esta zona del tracto digestivo.
En algunos bebés se asocia a cuadros de cólicos o, mejor dicho, forma parte de ellos.
Existen mitos en torno al reflujo. Muchas veces se piensa que el bebé ha comido demasiado, y se le intenta entretener si pide poco tiempo después de haber echado la bocanada, ya que pensamos que ”no puede tener hambre ya”. Debemos saber que el estómago del bebé es muy pequeño y que la leche materna se digiere con mucha facilidad. Por ello, no es de extrañar que el bebé necesite mamar con frecuencia (aunque haya habido reflujo).
Además, algunos bebés tienen dificultad para ganar peso a causa del reflujo. Razón de más para mantener una lactancia a demanda.
TIPOS DE REFLUJO
Existen 3 tipos de reflujo:
- Fisiológico. Es decir, este es el normal. El bebé echa poca cantidad, justo después de la toma. El bebé se ríe, es decir no es molesto. Esta leche no ha empezado todavía la digestión y no ha cambiado su acidez. En realidad, es más molesto para el adulto que para el bebé (en el sentido de que el bebé se ensucia)
- Gastroesofágico: es leche amarillenta, que ha empezado a digerirse y tiene olor a ácido. Al volver le puede provocar quemazón (incluso esofagitis, que es irritación de la mucosa del esófago). Requiere tratamiento médico que es importante mantener y respetar. El bebé se arquea, como intentando huir de esa quemazón desagradable que siente por detrás de su esternón.
- Silente: la leche no llega hasta la boca, por lo que es más difícil de diagnosticar. No sabemos por qué está molesto, ya que no vemos la leche. Cuando el bebé quiere mamar es una pelea consigo mismo. Por un lado el bebé tiene hambre, pero por otra siente malestar. Se puede acompañar de hipo, tos o estornudos sin motivo aparente. El diagnóstico debe hacerlo el Pediatra.
Las 7 recomendaciones si tu bebé tiene reflujo
Estas son las 7 recomendaciones que te resultará de gran ayuda:
- Responder a las señales tempranas de hambre, sin esperar a que llore: el llanto es una señal tardía de hambre. El bebé empieza a decirnos con señales sutiles que necesita comer. Si no atendemos estas señales, empezará a agitarse cada vez más. Si tampoco las atendemos, empezará a agitarse más e incluso a llorar. En este punto de tensión, el agarre y la succión van a ser incorrectas, pudiendo incluso hacer daño a la mamá al agarrarse al pecho, tragar más aire que luego produzca dolor, etc. Llegados a este punto, es importante primero calmar al bebé.
- No limites la toma, ni le obligues a terminárselo todo (la lactancia, siempre a demanda): como hemos comentado anteriormente, la lactancia debe ser sin reloj y a demanda. A veces sacamos la conclusión equivocada de que si el bebé ha echado es «porque estaba lleno y no puede tener hambre otra vez». Como te digo, esta conclusión es equivocada. La lactancia debe ser a demanda (tanto si le das el pecho o el biberón). Sobre todo en caso del biberón, tratamos de dar al bebé la toma completa, cuando en realidad el bebé no necesita más en ese momento (y si le obligamos puede haber reflujo, simplemente como mecanismo de protección).
- No dejes al bebé horizontal tras la toma: Si puede estar en tus brazos, mantenle en posición semi-recostada. Si necesitas dejarlo en la cuna o carro, que sea en una posición de unos 45º con respecto a la horizontal. En posición horizontal, el estómago y el esófago quedan a un mismo nivel y es más fácil que la leche vuelva al esófago.
- Adopta posiciones verticalizadas para amamantar: hay diferentes posturas para dar el pecho o biberón. En nuestro libro «Bebés en Movimiento«, recogemos algunas de ellas. Pero seguro que tu matrona o grupo de lactancia más cercano pueden ser de gran ayuda para encontrar la posición más adecuada.
- Consultar a tu Pediatra: sobre todo si obervas que el reflujo se asocia a muestras de incomodida del bebé. Nunca automediques a tu bebé, ni si siquiera con remedios naturales: Por mucho que haya funcionado con otro hijo, familiar o amigo. Cada bebé es único y debe ser valorado antes de empezar con un remedio. Tampoco retires mediación sin indicación médica: aunque pensemos que esté mejor. En casos de reflujo gastroesofágico, el bebé puede empeorar e incluso desencadenar una esofagitis (lesión de la muscosa del esófago). Siempre tiene que ser el pediatra quien indique la variación en la medicación.
- Acude a un Fisioterapeuta Especializado: El tratamiento de fisioterapia es un gran aliado a la hora de resolver algunos tipos de reflujo. Es importante saber que el reflujo puede ser parte de un cuadro cólico. Como fisioterapeutas podemos valorar zonas de «hipomovilidad» que estén interfiriendo con la función del aparato digestivo. Como fisioterapeutas es también importante que tengamos nociones sobre lactancia (materna y artificial), ya que nos ayudará a realizar una buena valoración, tratamiento y recomendaciones a la familia.
- Portea a tu bebé de forma ergonómica: el porteo nos ayuda a mantener al bebé en forma vertical tras la toma. Aunque he de recomendarte que observes la reacción de tu bebé. En algunos casos tenemos que esperar unos minutos tras la toma, ya que la presión sobre su zona abdominal puede desencadenar el reflujo. Esto no es frecuente, pero es importante que lo sepas.
En el vídeo, grabado en colaboración con Fisioterapia Online, te cuento todos estos puntos de forma ampliada.
Por último, no puedo terminar este post sin hacer mención al gran trabajo que está haciendo la Dra. Raquel Chillón, con quien he tenido la suerte de formarme. No sólo por su trabajo en el campo de la fisioterapia, sino también por su visión global y realista (respetuosa, si queremos llamarlo así), de las necesidades del bebé y de la familia. Puedes ver la entrevista en relación al cólico de lactante en este enlace. Tanto si tienes un bebé con cólico/reflujo, como si eres profesional, seguro que te resulta de gran interés.
buenos dias
que masajes o terapias le puedo hacer a mi bebe que tiene reflujo silencioso
Jeny, lo ideal sería poneros en manos de un Fisioterapeuta y (valorando siempre el diagnóstico y tratamiento médico), valore las técnicas manuales que pueden ayudar a tu bebé, y cómo introducir o adaptar el porteo como parte del tratamiento. En nuestra web puedes encontrar un directorio de profesionales formados en Porteo en nuestra escuela. Directorio Profesionales de la Salud Formados en Porteo y sus Aplicaciones en Salud Materno-Infantil
Gracias por tu consulta.
Lorena
Hola, qué opinas de las cuñas o sentar al bebé usando almohadas que lo mantengan semisentado? He leído de todo, y parece que puede haber riesgo de asfixia aunque la posición te parezca buena, debido supongo a que aún no pueden sujetar la cabeza y esta cuando duermen se les viene hacia delante apoyándose en el pecho, es eso así? Y si es así, por que con las mochilas de porteo no ocurre igual? No hay riesgo de asfixia? Gracias
Interesante pregunta Ann.
Cuando un bebé es colocado de forma pasiva con almohadas o cojines, está sentado de forma pasiva en una postura a la que él no ha llegado, y (dependiendo de su edad) seguramente no tenga la musculatura de sostén aún lo suficientemente «despierta». Además, estamos limitando que el bebé explore por sí mismo, tenga oportunidad de moverse, girar, empujar el suelo, rodar, etc, hasta descubrir cómo llegar a esa postura. Por lo tanto, no es recomendable colocar al bebé de esa forma.
En cuanto a las mochilas de porteo, es importante saber que no todo vale. Es decir, tiene que reunir unos requisitos mínimos de seguridad. Y en lo que al sostén de la columna se refiere, debe asegurar un buen sostén punto por punto, como explico en este post Qué es porteo ergonómico: los 7 requisitos que debe reunir un portabebé.
En nuestro libro EL LIBRO: «Bebés en Movimiento» explicamos cómo ayudar a que el bebé aprenda a sentarse por sí mismo.
Si un portabebé no ofrece un buen ajuste (o si, a pesar de ofrecerlo, no lo ajustamos bien) y el bebé queda «chafado» en su interior, efectivamente podría haber riesgo de asfixia. Por ello, es importante recurrir a fuentes de información fiables, y no quedarnos con lo que ponga en la etiqueta del portabebé.
Gracias por tu consulta.
Lorena