El Bebé aprende moviéndose (pero por sí mismo)

El bebé nace dependiente y en poco tiempo anda, habla, utiliza objetos… El desarrollo es espectacular, pero ¿Sabíais que el movimiento es clave para que el bebé desarrolle su inteligencia?

Laura Estremera, Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de CRIANDO, nos explica la importancia del respeto hacia los tiempos del bebé, y la importancia de acompañar su desarrollo desde los movimientos más básicos.

¿Qué necesita un bebé para desarrollar su inteligencia?

Lo primero, mucho cariño, porque el ser humano nace desvalido y necesita los cuidados de otras personas para sobrevivir, también necesita poco a poco establecer un vínculo de apego. Este vínculo es el que le va a permitir sentirse seguro, protegido y querido para lanzarse a explorar el mundo, le va a permitir alejarse progresivamente de su figura de apego y descubrir lo que hay a su alrededor, así como regresar a ella en cuanto perciba un peligro.

También necesita libertad de movimientos, el bebé durante sus 2 primeros años se encuentra en una etapa sensorio motora, esto quiere decir que su inteligencia se construye principalmente a través del movimiento y de las experiencias sensoriales.

El movimiento en libertad significa respetar sus tiempos, sus ritmos, no forzar al niño, no adelantarle ni hacer que el niño se salte etapas, no colocarlo en posturas a las que no sabe llegar por sí mismo, es decir: no “enseñarle” a sentarse, no “enseñarle” a andar, no colocarlo de pie antes de que lo haga por sí mismo… y por supuesto, no colocarlo en aparatos que le obliguen a estar en posturas a las que no sabe llegar  por sí mismo.

El bebé es el que debe descubrir su cuerpo, el que debe de probar sus movimientos, porque es el niño el que se construye a sí mismo, el que va construyendo su inteligencia, si aceleramos etapas o nos las saltamos, también lo estamos haciendo en el desarrollo de su inteligencia.

Al principio,  los movimientos del bebé, son impulsivos, por puro reflejo, pero a partir de los 2 meses sus movimientos pasan a ser intencionales y se centran en su propio cuerpo ¡primero necesita conocerse a sí mismo para después conocer el mundo! chupándose la mano, cogiendo objetos y llevándolos a su boca el niño empieza a desarrollar su inteligencia.

Los movimientos del bebé primero son impulsivos y más tarde intencionales

¿Tendría sentido ofrecerle en esta etapa móviles que proyectaran en el techo, algo que no puede mirar, coger y llevarse a la boca?

Después aprende a voltear (de boca arriba a boca abajo) y empieza a interesarse por lo que le rodea, se interesa ya por los objetos y no tanto por su propio cuerpo, pero estos ya no se los lleva simplemente a la boca, sino que necesita descubrir sus cualidades ¿cómo? Agitándolos, golpeándolos… Siempre de forma activa.

¿Sería acorde a las necesidades del niño ofrecer en este momento un juguete de luces y pilas que suena, habla y luce al apretar un botón, o cubriría mejor sus necesidades ofrecerle diversos objetos de diferentes materiales que le aporten diferente información sensorial: que suenen diferente al ser golpeados, tengan peso diferente, temperatura diferente, textura diferente, sabor diferente…?

El niño empieza a abrirse al mundo y tiene curiosidad, todo le asombra. Al principio, le basta con explorar lo que tiene cerca, pero cada vez el niño va adquiriendo mayor autonomía, mayor movimiento y tiene una necesidad mayor por descubrir el mundo y eso le impulsará al reptado y al gateo, pero siempre, bajo la seguridad afectiva que le proporciona su figura de apego, si no se siente seguro, el bebé, no podrá explorar. Por eso es tan importante acompañar, estar presente, sin interferir en sus movimientos, sin “ayudarle” a colocarse en posturas, pero estando en el suelo tumbados junto a ellos ofreciéndole la seguridad que necesita.

Desarrollo bebe Laura Estremera

El bebé va adquiriendo la permanencia del objeto, es decir, empieza a comprender que los objetos siguen existiendo aunque no los vea ¡pero también su figura de referencia! Empieza a comprender que se ha ido, que está en otro sitio, y aparece la angustia de separación y el miedo a los extraños, el bebé empieza a ser capaz de anticipar lo que va a ocurrir.

A la par que el gateo o un poco antes o después, el bebé se aprende a sentar por sí mismo, estas nuevas capacidades le permiten  gatear hasta el objeto deseado y sentarse a explorarlo (y por lo tanto aprender cosas sobre el objeto) ya que en esta postura sus manos le permiten manipular mucho mejor.

bebe gateando

Fuente imagen: www.tubebebox.com

Pero el bebé no se conforma con lo que ya ha adquirido, necesita seguir descubriendo el mundo y las posibilidades de su cuerpo, este, cada vez va ganando mayor autonomía, lo que le permite, llegar hasta una superficie vertical, apoyar sus manos y colocarse sobre sus rodillas, levantar una de ellas y apoyar la planta del pie en el suelo y gracias a todo el trabajo previo, que lleva realizando desde meses atrás, ponerse de pie, y empezar a andar,  primero de forma lateral y una vez sea capaz de controlar el equilibrio y su propio cuerpo… avanzar hacia adelante andando, eso sí, dejando atrás muchas experiencias en el suelo, y una escalera bien construida en la que poder apoyar todos sus aprendizajes posteriores, ya no sólo en relación al ámbito motor, sino para el  resto de aprendizajes.

El camino hasta que el niño empieza a andar es muy importante porque asienta las bases de muchos aprendizajes posteriores, si no dejamos que el niño lo realice por sí mismo, y lo que es peor, si le forzamos para que se salte etapas, cuando el niño necesite apoyarse en los peldaños que debería haber construido en su momento, encontrará mayores dificultades.

La lectura, la escritura, el lenguaje… se apoyan en esta etapa de suelo que suele pasar desapercibida.

Conceptos como arriba, abajo, dentro, fuera, delante, detrás… tienen que haberse vivido primero en el cuerpo para poderlos plasmar más delante de forma abstracta.

Sentar al bebé antes de tiempo o ponerlo en tacatá, entorpece su desarrollo

Estas experiencias vividas en el suelo, en las que el niño se construye a sí mismo, se apoya en lo que sabe hacer para avanzar “pasito a pasito” y a su ritmo hasta el siguiente hito, en los que avanza sin miedo, porque tiene seguridad en lo que hace, que lo vive sin angustia porque es autónomo para cambiar de postura a una más cómoda cuando no se siente a gusto, que le permite acercarse a los objetos en función de sus necesidades y no únicamente a los que el adulto le ofrece, que puede experimentar con su cuerpo y que no sufre frustraciones innecesarias,

Serán muy diferentes de un niño que se le sienta antes de hora y que depende del adulto totalmente porque no sabe salir de esa postura, que no puede acceder a un juguete que se encuentra un poco alejado porque no sabe llegar hasta él, que no puede responder a la necesidad que siente por descubrir el mundo porque su cuerpo no le acompaña,

O de un bebé colocado en un tacatá que tampoco puede salir de esa postura, que sus manos no pueden explorar lo que necesitan porque tiene una “mesa” bajo sus brazos, que si se le cae el objeto no puede agacharse y recuperarlo, que depende del adulto para que le ofrezca los objetos, cortando su curiosidad, que no puede descubrir sus piernas en movimiento porque no se las ve, ni tampoco los pies; que no percibe el equilibrio de su cuerpo porque no le hace falta tenerlo para desplazarse, que no necesita controlar su cuerpo para parar, porque no es su cuerpo el que recibe el golpe que le frena, sino un aparato…

El niño construye su inteligencia moviéndose y explorando los objetos, es activo, curioso… Tengamos en cuenta al niño y sus necesidades, dejémosles conocerse a sí mismos, dejémosles explorar, descubrir… el desarrollo no es una carrera, cada paso se apoya en el anterior y todos ellos son importantes.

El bebé aprende moviéndose… pero por sí mismo

Laura Estremera

Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de CRIANDO.

Página de facebook:  https://www.facebook.com/actividadesparaguarderia

Blog:  www.actividadesparaguarderia.blogspot.com

Puedes descargarte mi libro Criando gratuitamente:  http://www.bubok.es/libros/245841/CRIANDO

Por |2020-06-01T15:37:07+02:00mayo 11th, 2016|Desarrollo del bebé|7 Comentarios

Sobre el Autor:

Soy Lorena Gutiérrez, Fisioterapeuta especializada en Salud Materno-Infantil Soy también Docente y Mentora de Profesionales de la Salud, en temas relacionados con la salud postural en embarazo y posparto, suelo pélvico, lactancia y desarrollo del bebé. Coautora del libro "Bebés en Movimiento" Mi formación como Fisioterapeuta y mi experiencia como Tri-Madre-Emprendedora han sido las claves para entender las dificultades a las que los Profesionales Sanitarios nos enfrentamos. Te ayudo para que puedas ayudar más y mejor a mujeres y bebés.

7 Comentarios

  1. Natalia 11 mayo, 2016 en 22:15 - Responder

    Un artículo genial!!! Totalmente de acuerdo, pero me surge una duda que me gustaría me resolvieran. Entiendo y comparto la idea de no sentar al bebé hasta que no sea capaz de hacerlo por él mismo, esto suele suceder en torno a los 8-9 meses, entonces antes de este momento no sería aconsejable sentarle en una trona para comer o utilizar la silla de paseo?

    • Lorena Gutierrez 15 mayo, 2016 en 3:22 - Responder

      Muchas gracias, Natalia. He transmitido tu consulta a Laura Estremera, la autora del artículo y su recomendación es que, en esta etapa, el bebé podría comer estando su espalda apoyada en el regazo del adulto (si lo tenemos en brazos) o bien con la espalda apoyada en el respaldo de la trona. Y en la silla de paseo podría ir semirecostado.
      Además, me gustaría añadir, que es cierto que el inicio de la alimentación complementaria va asociado a una posición sentada del bebé, pero esto va a suceder en momentos puntuales del día. Lo importante es que no demos por hecho que como el bebé ya se mantiene sentado, ya no necesita reptar, voltear, etc.
      Espero haber contestado a tu pregunta.
      Un abrazo
      Lorena

  2. […] Gracias, gracias, y mil gracias más a los que habéis confiado en nosotros desde el primer día, sin dudas ni preguntas. El Bebé aprende moviéndose (pero por sí mismo) – FisioByM FisioByM. […]

  3. Lucia Boyer 8 diciembre, 2016 en 13:58 - Responder

    Interesante el artículo. Me sirve de mucho ya que trabajo con bebes y mamis…aqui las orientamos en cuanto al desarrollo del niño, a un apego saludable, a crear espacios seguros, alimentacion sana y balanceada entre otro….
    Aun me urge conocer mas de estos peques ya que la Tv, la computadora y tables van ganando espacios en los niños y esto no les hace bien, tengo un niñi de 2 años 3 meses que llora cuando cantamos, cuando escucha ruidos como tocar el tambor o el sonido con la flauta…hasta cuando escucha aplaudir, se tapa las orejitas con la manos y muestra su carita de susto y empieza a llorar. Espero pueda orientar con este tema ya que me preocup la situacion de mi pequeño Josue.
    Mil gracias…Dios me la colme de bendiciones
    Atte.. Lucia Boyer de Perú

    • Lorena Gutierrez 7 febrero, 2017 en 20:55 - Responder

      Hola Luisa. Gracias por tu consulta y por tu confianza:

      He trasladado tu consulta a Laura Estremera, quien conesta lo siguiente:
      A veces, artículos que están en el mercado que se ofrecen a bebés no son adecuados para ellos, los juguetes de luces y pilas sería uno de ellos. Hoy en día existen estudios que lo demuestran, como describe este artículo

      Un saludo
      Lorena

  4. Luisa 17 diciembre, 2016 en 14:25 - Responder

    Hola!
    Está bien el artículo pero formulas dos preguntas interesantes: ¿Tendría sentido ofrecerle en esta etapa móviles que proyectaran en el techo, algo que no puede mirar, coger y llevarse a la boca?
    O…
    ¿Sería acorde a las necesidades del niño ofrecer en este momento un juguete de luces….
    Porqué no se ven respondidas??
    Gracias!

    • Lorena Gutierrez 7 febrero, 2017 en 20:53 - Responder

      Hola Luisa:
      Gracias por tu consulta. La he trasladado directamente a Laura Estremera para que pueda expresar su opinión, y comenta lo siguiente:

      Habría que ver observar más aspectos en el niño, respecto a las nuevas tecnologías hoy en día podemos encontrar bastantes estudios que empiezan a demostrar los inconvenientes de ofrecerlas a niños pequeños, incluso la Asociación americana de Pediatría se ha posicionado al respecto. Te dejo un artículo (puedes acceder pinchando aquí) y te recomiendo leer educar en el asombro y educar en la realidad de Catherine L Ecuyer:

      Espero que esta respuesta te sea de ayuda.
      Recibe un cordial saludo
      Lorena Gutiérrez

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