Muchas mujeres preguntan acerca del uso de bolas chinas u otros dispositivos para la reeducación de suelo pélvico. En este ocasión contamos con la colaboración de Laura Rojas, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico y coautora del blog de En Suelo Firme, una plataforma online nacida por y para conseguir y preservar la salud pelviperineal, que nos va a ayudar a responder a estas preguntas.
Laura, agradecemos tu dedicación y tu profesionalidad a la hora que contestar a nuestras preguntas que, por ser un tema tan interesante y extenso, publicaremos en este post y en una próxima entrada titulada: Bolas chinas y otros dispositivos (II): ¿Cómo se utilizan? Entrevista a En Suelo Firme.
¿Es recomendable el uso de dispositivos externos para la reeducación del suelo pélvico?
En la mayoría de los casos, es una opción más que recomendable, por muchos motivos. En primer lugar porque estos dispositivos para la reeducación perineal pueden utilizarse en la comodidad de nuestro propio hogar, son discretos y fáciles de usar.
En segundo lugar porque pueden utilizarse tanto de forma paralela al tratamiento con nuestro fisioterapeuta (facilitándonos el cumplimiento de “los deberes” que suelen mandarnos para casa entre sesión y sesión), como una vez finalizado el tratamiento con este (para llevar a cabo un mantenimiento de por vida).
Y, por otra parte, también pueden utilizarse sin haber tenido ningún problema del suelo pélvico, pero con el objetivo de prevenir posibles disfunciones, siempre y cuando, obviamente, hayan pasado los pertinentes controles de calidad y sean utilizados siguiendo las recomendaciones del fabricante, así como las directrices de un profesional sanitario familiarizado con estos accesorios.
Las bolas chinas tienen rol preventivo y terapéutico
¿Se recomienda este tipo de dispositivos durante el embarazo? ¿Tras haber dado a luz, cuánto tiempo ha de pasar para comenzar a utilizar estos dispositivos?
Existen dispositivos específicamente diseñados para las gestantes, como el Epi-NO, otros que sin ser específicos para ellas pueden ser utilizados sin problema, como los ejercitadores de Kegel, siempre que así lo prescriba el ginecólogo, y otros que están completamente desaconsejados durante este periodo debido al historial médico de la gestante (por debilidad o por excesivo tono en sus músculos del suelo pélvico).
En primer lugar hay que tener claro cuál es el objetivo que perseguimos con cada dispositivo, estemos o no embarazadas, para poder apuntar si algo es o no recomendable. El objetivo durante la gestación es conseguir y mantener una musculatura perineal con un tono, fuerza y elasticidad adecuados.
Si lo que una mujer precisa es elastificar la musculatura para facilitar la salida del bebé por el canal del parto, además de realizar el masaje perineal, existe un producto específicamente diseñado para su utilización durante el embarazo, el Epi-No (de “episiotomía no”), que nos ayuda en ese fin de flexibilizar la musculatura perineal.
Otros dispositivos, aunque no estén específicamente diseñados para su uso durante la gestación, también pueden utilizarse a lo largo de esta. Es el caso del biofeedback, con el que la mujer puede conocer el tono de sus músculos, la fuerza con la que contrae e ir midiendo la progresión de su entrenamiento.
Sin embargo, lo que no podremos utilizar durante el embarazo, serán los electroestimuladores de la musculatura perineal (aparatos que, a través de un impulso eléctrico estimulan los nervios perineales, lo que a su vez genera una contracción de los músculos del suelo pélvico).
Tras dar a luz, mi consejo, tal y como expreso en el artículo «La importancia de la Valoración del Suelo Pélvico en el Posparto« a todas las mamás siempre es: “Acude a una valoración con un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico transcurridas 6 semanas del parto”. Este examinará el estado de nuestros músculos abdomino-perineales, nuestra estática pélvica, la evolución de las posibles cicatrices y nuestra postura. En base a todo ello, determinará si es necesaria o no una reeducación y si los dispositivos pueden ayudar en este sentido.
Son muchas las mujeres que pasados unos meses de haber dado a luz se compran unas bolas chinas porque han escuchado a alguna amiga, lo han leído en internet, o las han visto en la farmacia. Pero al colocarlas, se les caen. ¿Las bolas chinas son malas? ¡No! Pero hay que utilizarlas sólo cuando estén indicadas y, en mi opinión, nunca antes de acudir a la valoración del suelo pélvico posparto.
Existen diferentes dispositivos que se utilizan para la reeducación del suelo pélvico, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de decantarnos por uno u otro?
Antes de elegir cualquier accesorio para la reeducación pelviperineal, hay que tener en cuenta un aspecto básico y que nace del sentido común: no todo vale para todos. Lo que a una mujer le funciona de maravilla a otra puede no servirle para nada o, incluso, puede empeorar su estado. Es el caso, por ejemplo, de la utilización de bolas chinas por mujeres que presentan una hipertonía en su musculatura perineal, es decir, un exceso de tono, de tensión, en los músculos del suelo pélvico. Estas mujeres no deben usar este tipo de accesorio, pues van a ver cómo su cuadro empeora.
De ahí que, ante la pregunta tantas pacientes nos hacen en consulta de “¿Son buenas las bolas chinas?”, mi respuesta sea siempre: “Depende”. Porque todo depende de quién las utilice y qué fin persigamos con su utilización. Pero más allá de las bolas, existe un amplísimo abanico de accesorios preventivos y terapéuticos, locales y globales, intracavitarios y extracavitarios, para ellas y para ellos… Dependiendo de la necesidad de cada persona, es decir, de su estado de salud y de los objetivos que quieran alcanzarse con el uso del dispositivo, será más oportuno elegir uno u otro. Por ejemplo, si queremos mejorar el control de nuestros músculos, identificando correctamente cuándo los contraemos y los relajamos, además de medir el progreso en nuestro entrenamiento, podría resultar muy útil contar en casa con un biofeedback.
¿Son buenas las bolas chinas? Depende
Si lo que queremos es preparar nuestro periné para el parto, ayudándolo a elastificarse y distenderse, además de realizar el masaje perineal, podemos beneficiarnos del uso del dispositivo llamado Epi-No, que además ayuda a realizar los famosos ejercicios de Kegel durante el embarazo y el posparto, algunos de los cuales detallo en el artículo «Ejercicios de Suelo Pélvico para Embarazadas«.
¿En mujeres que han sufrido una cirugía obstétrica se recomienda su uso?
Si nos han hecho una episiotomía o hemos sufrido un desgarro que después han suturado, lo ideal es valorar el estado de la cicatriz antes de lanzarnos a utilizar ningún dispositivo. Hay que tener en cuenta que estas cicatrices, frecuentemente, dejan un dolor que no pasa “porque sí”, sino que hay que tratarlo. Una vez recuperados los tejidos cicatriciales, y sólo entonces, será el momento de reeducar la musculatura, de recuperar su tono y su fuerza. En esos casos recomiendo, una vez más, charlar con nuestro fisioterapeuta para valorar la posibilidad de utilizar algún dispositivo que nos ayude en esta tarea.
En casos más complejos, tras cirugías ginecológicas como histerectomías, siempre hay que consultar con nuestro médico, esperar a que nos dé el alta y, después, junto a nuestro fisioterapeuta pelviperineal, diseñar el plan de reeducación oportuno.
Tras una episiotomía, hay que valorar la cicatriz
Laura Rojas Escudero es coautora del blog En Suelo Firme, es Fisioterapeuta especialista en suelo pélvico y periodista y actualmente colabora en la unidad de suelo pélvico de la Fundación de Esclerosis Múltiple de Madrid.
Podéis encontrarla en:
– El blog de En Suelo Firme
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Gracias Laura, por contestar a nuestras preguntas que seguro que son de gran ayuda para nuestras lectoras. En la próxima entrada hablaremos de cómo, una vez hemos elegido el dispositivo que vamos a utilizar, pasar a la práctica para recuperar nuestro suelo pélvico. No te pierdas el post «Bolas chinas y otros dispositivos (II): ¿Cómo se utilizan? Entrevista a En Suelo Firme».
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