Sois muchos los papás y mamás que nos preguntáis sobre la mejor opción de calzado para vuestros bebés. Tanto en nuestras clases, como a través de la sección de Consultas Online de la web nos preguntáis sobre el tipo de calzado que deben llevar los bebé cuando comienzan a gatear o a caminar. Por eso, desde FisioByM hemos querido dedicar una entrada a este tema, para intentar poner un poco de luz a preguntas que tanto nos preocupan como ¿Debo poner zapatos a mi bebé? ¿Con qué edad debo empezar? ¿Qué tipo de calzado debo elegir?
[Tweet «5 consejos para elegir el mejor calzado para tu bebé»]
Como fisioterapeutas siempre decimos “a nuestras mamás” que no deben forzar a sus hijos a que se sienten o a que caminen, sino que deben facilitar el que sus bebés vayan explorando y alcanzando etapas, que a través de su LIBRE DESARROLLO serán capaces de cumplir y alcanzar otras. Desde esta misma perspectiva debemos ver los pies y su desarrollo, sin forzarles a llevar zapatos cuando todavía no los necesitan.
El poner zapatos de forma precoz a nuestros hijos les resta sensibilidad y movilidad a la hora de voltearse, reptar, gatear o sentarse por sí mismos. Y estas etapas son fundamentales para comenzar a andar posteriormente. En cierto modo, colocar calzado a los bebés en estas etapas es como poner a nuestros hijos a jugar o a manipular objetos con guantes en las manos: en ambos casos les restamos sensibilidad y capacidad de aprendizaje.
A través de la piel somos capaces de recibir mucha información sensorial y propioceptiva que influye en el desarrollo psicomotor de nuestros hijos, debemos dejar que nuestros hijos jueguen y anden descalzos hace que crezcan con unos pies más fuerte, móviles y flexibles. Según El Dr. Lynn T. Staheli, ortopedista pediátrico y director del Departamento de Ortopedia del Hospital infantil y del Centro Medico de Seattle, (Washington) «Los niños que normalmente andan descalzos tienen unos pies más sanos».
Y no sólo se trata de la salud de los pies, sino también del desarrollo global de nuestros pequeños. En un estudio realizado en la Universidad Complutense de Madrid titulado titulado Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes, se afirma que:
En la actualidad hay una tendencia a calzar a los niños precozmente. Existen calzados denominados calzado para preandantes y calzado para gateo. En este artículo se pretende ofrecer argumentos científicos que justifiquen la necesidad de dejar descalzos los pies de los bebés no andantes. Como método se ha utilizado el análisis y lectura crítica de distintas fuentes bibliográficas en relación al desarrollo psicomotriz del niño, tratados de neurología y las principales Teorías sobre el desarrollo de la inteligencia en el niño.
Encontramos que el movimiento físico y el estimulo sensorial del bebé a través de los pies descalzos es factor de aceleración de maduración, del desarrollo propioceptivo y del desarrollo intelectual del niño.
Lo primero que tenemos que tener claro es que la función principal del calzado es proteger los pies de los agentes externos a los que nos enfrentamos cada día. En el caso de los bebés que todavía no caminan, la única función que tiene el calzado es abrigarles. Cuando nuestros hijos comiencen a caminar debemos prestar una atención especial al calzado, ya que sus pies están en fase de desarrollo y crecimiento, y elegir un mal calzado podría provocar deformidades. No debemos dejarnos guiar por si el zapato es más o menos bonito sino que debe dejar libre el movimiento de las articulaciones del pie, proporcionando, al mismo tiempo, confort térmico (relacionado con el sudor, el frío, el calor, etc.) y mecánico (sin presiones excesivas ni rozaduras en el pie).
Características que debe tener el calzado:
1.Debe dejar libre la articulación del tobillo
2.Debe ser flexible: es decir, la parte delantera de la suela debe doblarse fácilmente hacia arriba con la mano
3.Debe ser lo bastante ancho y largo (forma cuadrangular) para así permitir el movimiento de los dedos sin que éstos lleguen a tocar el final del zapato por dentro.
4.Materiales naturales como la piel, cuero, etc. Que permitan que el pie transpire.
5.Debe adaptarse bien al pie, con cordones o velcro en el empeine. Aunque en los primeros meses el bebé no se va a poner el calzado por sí mismo, recomendamos que el sistema de cierre sea velcro (y no cordones) para fomentar la autonomía de tu hijo.
[Tweet «Mantener al bebé descalzo contribuye a su desarrollo propioceptivo e intelectual»]
En conclusión, a pesar de elegir un calzado correcto, no se debe olvidar que los zapatos y zapatillas son sólo para los momentos en los que nuestros hijos, que ya caminen solos, tengan que hacerlo en zonas no seguras, como la calle, un centro comercial etc. En casa los pies deben quedar libres, preferiblemente descalzos o con calcetines antideslizantes para mantenerlos calientes.
Si todavía no os he convencido reflexionar sobre como camináis sobre vuestros pies…
¿Es lo mismo caminar descalzo en la playa que con calzado?
[…] de la columna lumbar, sino incluso cervical) pueden tener su origen en una mala pisada. Por eso no es recomendable limitar la movilidad de una parte tan importante del cuerpo.” explica Lorena […]
¡Muy buenos consejos para acertar con la elección del calzado infantil! Sin duda, es muy importante tener en cuenta numerosos detalles sobre estas prendas para los más peques, ya que gracias a ellas no sólo completan su conjunto y protegen sus pies, sino que favorecen el correcto crecimiento y desarrollo corporal. Todo padre debe vigilar las tallas, los materiales y, cómo no, no olvidarse de añadir algo de estilo. ¡Nosotros lo consideramos imprescindible!