Existen múltiples motivos por las que un bebé pueda ser alimentado con biberón: desde una decisión de la mamá (por la razón que sea) de alimentar a su bebé con leche de fórmula (lactancia artificial), como una necesidad de dar al bebé al leche su propia leche una vez extraída en biberón (es lo que se conoce por lactancia diferida), o combinar ambos tipos de lactancia (lactancia mixta). El objetivo de este artículo no es comparar cada una de las opciones, ya que cada familia merece el máximo respeto decida la opción que decida, sino dar una serie de pautas para disfrutar un acto privilegiado y frecuente como es la alimentación del bebé.
Ibone Olza, médico psiquiatra especialista en salud mental perinatal, en su artículo «Dar el biberón como si fuera el pecho« dice que:
Es contacto, es calor, es piel con piel y cuerpo a cuerpo, son miradas. Durante las primeras semanas y meses de vida todos los bebés necesitan ese contacto estrecho con la madre, se está construyendo el vínculo que sostendrá todo el desarrollo posterior. Cuando un bebé toma el pecho además de la leche recibe un abrazo prolongado, es sostenido en brazos muy cerquita de la cara de su madre, puede oír el corazón y escuchar las conversaciones que tiene su madre, bien con él o ella o con otros adultos. Todo ese contacto piel con piel y esa interacción tan cercana supone un estímulo muy poderoso para el cerebro del bebé. Además de la leche que recibe, las neuronas de su piel son estimuladas y envían señales al cerebro que contribuyen a liberar aún más oxitocina y otras sustancias relajantes. Por todo ello en cada toma los bebés sienten amor y placer.
Es decir, no es sólo alimento físico el que recibe, sino alimento emocional. Es importante prestar atención tanto a tu postura como la de tu bebé, por estas 3 razones:
- Por tu propio bienestar: después del embarazo, podemos notar zonas de nuestro cuerpo resentidas por el cambio postura que se ha producido en nosotras. Antes de empezar a dar el biberón, asegúrate de tener una buena posición cómoda y bien instalada. Utiliza cojines, taburetes, o los elementos que necesites para poder dar el biberón a tu bebé de forma cómoda sin que se te sobrecargue la espalda.
- Por el correcto desarrollo del bebé: como explicamos en el capítulo 3 de nuestro libro «Bebés en Movimiento: Acompañamiento del Desarrollo Psicomotor, Sensorial y Postural de tu bebé«, la forma en que movemos al bebé en tareas cotidianas interfieren también es su desarrollo. La alimentación es un acto frecuente en el día a día (piensa en el número de veces que das el biberón a tu bebé en un día), por lo que merece la pena prestar atención a la forma en la que lo hacemos
- Por la vinculación afectiva que se produce en la lactancia: por todo lo que comenta Ibone Olza en la cita que he puesto más arriba. Otra recomendación es que, en la medida de lo posible, en los primeros meses de vida del bebé no sean muchas las personas que den el biberón al bebé.
Por eso te recomiendo:
- Dar el biberón en brazos: tenerlo cerca nuestro, asemejando a la posición de cuna cuando damos el pecho. Así podrá oír nuestro corazón, sentir nuestro movimiento, nuestro olor, etc. Es importante alternar en cada toma la posición del bebé: es decir, una vez de cada lado.
- Utilizar una de las dos posiciones que te muestro el vídeo.
Y si das el pecho al tu bebé, en este otro vídeo te cuento la mejor manera de hacerlo:
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